El buque HMS Invincible
Se ha asignado para la recuperación arqueológica de este barco más de 2 millones de libras con el objeto de salvar todo lo que sea posible, tomando en consideración el tiempo que lleva bajo el mar. Este proyecto estará bajo la supervisión de la Universidad de Bournemouth y el Museo Nacional de Armada Real.
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| HMS Invincible |
Actualmente se encuentra en el estrecho de Solent. Se conoce que su naufragio ocurrió en 1758 cuando su ancla quedó presa en el momento en que iba a navegar hacia Nueva Escocia, el timón quedó atascado en los bancos de arena. El suceso determinante fue la tormenta que ocasionó su ida a pique.
Fue descubierto en 1979 cuando una red de pesca se enredó en uno de los maderos. En 1980 fue la primera inspección arqueológica para confirmar el descubrimiento.
Su relevancia parte que su diseño era adelantado en el tiempo, el perfil de este barco permitió que se evolucionara en la fabricación de las siguiente embarcaciones, al ser copiados por los artesanos astilleros y mantenerlo hasta el final de la navegación a vela.
De la vela al vapor
Este barco fue el que más influyó en la industrialización de los astilleros ingleses, siendo una de las bases para el paso a la era industrial inglesa en el siglo XIX. Fue el primero en ser equipado con otras piezas de acero en el corazón del casco. Al combinarse la madera con el hierro en la construcción permitió considerablemente modificar los buques a conveniencia.
La superioridad del hierro en el ensamblaje desplazó a la madera, como un elemento esencial que ocupaba en las construcción de estas naves. Las razones que originaron la sustitución o introducción del acero fueron principalmente:
- Mayor resistencia
- Posibilidad real de aumentar las dimensiones del barco
- Mayor duración del casco de acero
- Ante las vías de agua ofrece mayor resistencia gracias a los mamparos estancos y dobles fondos
- Mayor estanquidad en el casco
- Menor riesgo de incendios
Hoy en día, se ha progresado en mayor tecnología para retardar la corrosión de la obra viva y galvánica. Atenuar los efectos de los cambios bruscos de temperatura con nuevas aleaciones que hagan más resistentes al buque.
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