Para los aficionados de la carretera y su historia, la aplicación informática Google Maps nos permite viajar sin necesidad de realizarlo físicamente.
Es una herramienta muy interesante que no solo permite el viaje virtual sino que también procura descubrimientos inesperados.
Cerca de la localidad pacense de Torrefresneda todavía puede visitarse un tramo antiguo de la N-V.
A pesar de la cercanía y de las numerosas veces que he pasado cerca de él, nunca me había animado a visitarlo, quizás porque no pensaba que hubiera nada interesante.
Y nunca me animé a visitarlo hasta que hice un descubrimiento precisamente con el Google Maps.
Primero situémoslo en el mapa.
Marcado en rojo, podemos verlo al oeste de Torrefresneda.
Es un tramo original de la carretera Madrid a Badajoz que aparecía en la planimetría de 1898.
En aquella época no existía Torrefresneda, pueblo de colonización del Plan Badajoz, que en la planimetría estaría situado donde está la palabra Madrid, a la altura de la casilla de peones camineros que ya no existe.
Podemos verla en vuelo americano de 1945.
También podemos verla en el vuelo de 1956, sin haberse construido la variante todavía.
Esto permite situar la construcción durante el Plan REDIA de los años setenta.
En el siguiente vuelo disponible, el Interministerial 1973-86, ya aparece la variante de la N-V previa a la conversión en la autovía A-5 y el poblado de colonización de Torrefresneda ya construido.
Y por último, con la N-V convertida en autovía A-5, en un vuelo actual.
En los mapas actuales aparece como una vía de servicio como acceso a propiedades colindantes con conexión a la autovía A-5 por el enlace 317.
Este enlace es el acceso principal.
Al final del tramo abandonado se conecta con una vía de servicio en zahorra y se pierde el antiguo trazado bajo la calzada de la autovía.
Después de analizar el mapa topográfico de 1941 pude ver que había cuatro puntos kilométricos (318, 319, 320 y 321) y un puente sobre el río Fresneda.
No había ninguna casilla de peones camineros en el tramo quedando las existentes inmediatamente antes y después de él.
El 318 estaba demasiado cerca del enlace de la autovía, pero los otros tres pudiera ser que todavía existieran.
Primero había que ver si Google había recorrido este tramo de carretera que ahora no es más que un camino de servicio de acceso a fincas. Y me llevé la sorpresa de que así era.
La posibilidad de encontrar alguno de los hitos y ver el antiguo puente me animó a hacer una excursión virtual por el tramo.
El puente sobre el río Fresneda era un ejemplar original de cuando se construyó el tramo en el siglo XIX.
Era un puente mucho más importante de lo que parecía en las fotos aéreas.
Y cuando busqué los hitos me llevé la sorpresa de que todavía existía el 320, volcado y sin ninguna utilidad.
Aún estaba en su sitio.
Así que en la primer ocasión que pudiera, pasaría por el tramo y fue hace pocos días.
El tramo tiene el mismo ancho original, de unos 4,50 metros, y un firme con tratamientos superficiales sobre el macadam antiguo.
Ahora, como he dicho, es simplemente un acceso a propiedades colindantes, casi todas de regadío, y una cosa que me sucedió es que cuando pasé con mi coche particular te miraban extrañados los que estaban trabajando en ellas, como si se preguntaran ¿a dónde irá este?
El puente sobre el río Fresneda sigue ahí impertubable al paso del tiempo con sus pretiles enjalbegados, con una estación aforadora de caudales de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Un magnífico puente de tres arcos escarzanos de 17 m de luz y 2,20 m de flecha.
Con la confianza de que encontraría datos sobre él en el Inventario de Puentes de Extremadura (IPEX), no le hice fotos pues al haber tanta vegetación en el cauce no conseguí ningún ángulo bueno, y cuál fue mi desagradable sorpresa cuando constaté su ausencia.
Mi búsqueda en el término municipal de Guareña, donde está ubicado, no dio resultado.
Sin embargo, comprobé que el puente sí se encontraba entre los que escaneé de un antiguo inventario de puentes del Ministerio, entre los que descubrí el de hierro de Medellín.
Allí estaba el puente. Un puente magnífico.
Y también sus fichas con los datos que se conocían del Ministerio.
Figuraba los años en que se construyó, entre 1873 y 1875, lo cual es indicativo que es el puente original de la carretera Madrid a Badajoz.
Mi búsqueda del hito 320, ya con la previsualización de Google Maps, fue fructífera y pude encontrarlo en el mismo lugar.
Un magnífico ejemplar de hito miriamétrico, coherente al ser el 320, de Pardo y, por tanto, también original de cuando se construyó la carretera.
No se apreciaba en él ningún grabado ni inscripción que el paso del tiempo había borrado.
No encontré ningún hito kilométrico. Quizás porque siendo este de menor tamaño y peso es más fácil de transportar y, por tanto, difícil de encontrar en sus sitios originales.
Había otros hitos más modernos, de algunas conducciones de servicio, pero ninguno antiguo.
Un tramo abandonado con un puente y un hito olvidados en una carretera tan importante con la radial Madrid a Badajoz.
Una cápsula del tiempo para saber cómo eran las primeras carreteras, un tramo muy interesante que se merecía un post en este blog.
En el siguiente vuelo disponible, el Interministerial 1973-86, ya aparece la variante de la N-V previa a la conversión en la autovía A-5 y el poblado de colonización de Torrefresneda ya construido.
Y por último, con la N-V convertida en autovía A-5, en un vuelo actual.
En los mapas actuales aparece como una vía de servicio como acceso a propiedades colindantes con conexión a la autovía A-5 por el enlace 317.
Este enlace es el acceso principal.
Al final del tramo abandonado se conecta con una vía de servicio en zahorra y se pierde el antiguo trazado bajo la calzada de la autovía.
Después de analizar el mapa topográfico de 1941 pude ver que había cuatro puntos kilométricos (318, 319, 320 y 321) y un puente sobre el río Fresneda.
No había ninguna casilla de peones camineros en el tramo quedando las existentes inmediatamente antes y después de él.
El 318 estaba demasiado cerca del enlace de la autovía, pero los otros tres pudiera ser que todavía existieran.
Primero había que ver si Google había recorrido este tramo de carretera que ahora no es más que un camino de servicio de acceso a fincas. Y me llevé la sorpresa de que así era.
La posibilidad de encontrar alguno de los hitos y ver el antiguo puente me animó a hacer una excursión virtual por el tramo.
El puente sobre el río Fresneda era un ejemplar original de cuando se construyó el tramo en el siglo XIX.
Era un puente mucho más importante de lo que parecía en las fotos aéreas.
Y cuando busqué los hitos me llevé la sorpresa de que todavía existía el 320, volcado y sin ninguna utilidad.
Aún estaba en su sitio.
Así que en la primer ocasión que pudiera, pasaría por el tramo y fue hace pocos días.
El tramo tiene el mismo ancho original, de unos 4,50 metros, y un firme con tratamientos superficiales sobre el macadam antiguo.
Ahora, como he dicho, es simplemente un acceso a propiedades colindantes, casi todas de regadío, y una cosa que me sucedió es que cuando pasé con mi coche particular te miraban extrañados los que estaban trabajando en ellas, como si se preguntaran ¿a dónde irá este?
El puente sobre el río Fresneda sigue ahí impertubable al paso del tiempo con sus pretiles enjalbegados, con una estación aforadora de caudales de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Un magnífico puente de tres arcos escarzanos de 17 m de luz y 2,20 m de flecha.
Con la confianza de que encontraría datos sobre él en el Inventario de Puentes de Extremadura (IPEX), no le hice fotos pues al haber tanta vegetación en el cauce no conseguí ningún ángulo bueno, y cuál fue mi desagradable sorpresa cuando constaté su ausencia.
Mi búsqueda en el término municipal de Guareña, donde está ubicado, no dio resultado.
Sin embargo, comprobé que el puente sí se encontraba entre los que escaneé de un antiguo inventario de puentes del Ministerio, entre los que descubrí el de hierro de Medellín.
Allí estaba el puente. Un puente magnífico.
Y también sus fichas con los datos que se conocían del Ministerio.
Figuraba los años en que se construyó, entre 1873 y 1875, lo cual es indicativo que es el puente original de la carretera Madrid a Badajoz.
Mi búsqueda del hito 320, ya con la previsualización de Google Maps, fue fructífera y pude encontrarlo en el mismo lugar.
Un magnífico ejemplar de hito miriamétrico, coherente al ser el 320, de Pardo y, por tanto, también original de cuando se construyó la carretera.
No se apreciaba en él ningún grabado ni inscripción que el paso del tiempo había borrado.
No encontré ningún hito kilométrico. Quizás porque siendo este de menor tamaño y peso es más fácil de transportar y, por tanto, difícil de encontrar en sus sitios originales.
Había otros hitos más modernos, de algunas conducciones de servicio, pero ninguno antiguo.
Un tramo abandonado con un puente y un hito olvidados en una carretera tan importante con la radial Madrid a Badajoz.
Una cápsula del tiempo para saber cómo eran las primeras carreteras, un tramo muy interesante que se merecía un post en este blog.
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